Ser Como A Piazza: Perspectivas de un Compañero en La Misión Un sábado por la noche en Julio, fuí a una fiesta estilo norteño organizada por los miembros de SCOPE de Lordstown. No pude reconocer muchas de las canciones que tocaba la banda, pero como a mí me encantaba ir a los bailes en la Universidad, no me pude resistir ir a la pista de baile y divertirme. Entre las otras personas que bailaban había una mujer de cabello blanco llamada Dorothy que venía vestida para el evento, con botas vaqueras y camisa con barbas. Noté que ella buscaba un compañero de baile, así que me ofrecí a serlo, y rápidamente pude seguir su paso. Un hombre muy simpático llamado Frank trató de seguirnos el ritmo, y él bajaba sus hombros con derrota exagerada cuando cometía algún error. Cuando al fín empezó a seguir el paso, le sonreía a sus espectadores sentados en la mesa para asegurales que había encontrado la manera, pero en algún punto se perdía otra vez. Cuando Dorothy y yo terminamos de bailar, ella me abrazó y dijo que habíamos hecho buena pareja. Ella me preguntó mi edad, y luego cuando ella me dijo su edad, añadió, “¿Ves?, ¡la edad no importa! A pesar de los años que nos separaban, nosotros encontramos nuestro ritmo. Leer más….